Los pros y contras del video gaming

Los pros y contras del video gaming

La percepción que tenemos sobre el video gaming ha cambiado últimamente y es que cada vez es más normal que personas de todas las edades incluyan los videojuegos entre sus pasatiempos. 

Sin embargo, sigue existiendo una imagen que tiende a categorizar a este hábito como algo negativo y es que se le atribuye que es el causante de violencia y ciertos trastornos mentales. Adicionalmente, el contexto de pandemia que estamos viviendo definitivamente ha permitido que muchas personas acudan a las consolas para buscar una distracción del tedio que puede generar el confinamiento. 

Aunque exista una resistencia a los videojuegos (algo que tiene su fundamento hasta cierto punto), no se habla de los beneficios y de lo positivo que puede volverse incluir estas actividades en la vida diaria. Cada vez la comunidad gamer crece y existen a su vez más estudios que apoyan e incentivan su uso, mientras también se descubren factores en contra. 

A continuación te presentamos los pros y contras del video gaming: 

Pros:

Boys playing video games together

 

  1. Incrementa tus habilidades de multitasking: 

Existen muchos estudios que sustentan que jugar videojuegos, despierta las habilidades mentales, así como las físicas. Aporta eficiencia a las personas que se disponen de tareas que tienen objetivos múltiples, la atención visual y agiliza el razonamiento. 

Por lo tanto, jugar videojuegos es una forma de educar y entrenar al cerebro que constantemente se está reinventando. De cierta forma, las experiencias inmersivas nos permiten simular soluciones a problemas que bien podrían tener similitudes con la vida real (aunque no es una ley general). 

2. Ayuda a desarrollar la empatía y funciona como terapia:

Jugar de forma colaborativa con otras personas fomenta el trabajo en equipo y utilizar personajes que se han desarrollado en contextos distintos al del jugador, permiten trabajar en la amígdala cerebral encargada de desarrollar la empatía por el prójimo. 

Así como tener conciencia y aprender que cada decisión tiene sus consecuencias, algo que puede incluso afectar al equipo, es algo que en la vida real puede pasar desapercibido, pero que en los videojuegos es más palpable, y por lo tanto, más didáctico. 

Así mismo, los videojuegos pueden ser terapéuticos porque permiten desarrollar un momento de relajación y de desentendimiento de la rutina diaria, puesto que el hecho de “darle vida” y formar parte de otra realidad, nos permite descansar del estrés que vivimos a diario. Además existen varios estudios enfocados en personas con discapacidades de movilidad quienes han percibido mejoras emocionales, pues pueden sentir catarsis a la hora de involucrarse en otra realidad que no les plantea los límites que tienen. 

3. Fomenta el autoestima, la competitividad y valores positivos. 

Los videojuegos abrieron una nueva ventana de oportunidades para quienes en algún punto de su vida no encontraron “su elemento” en el día a día. Es decir que muchos de los grandes gamers de la actualidad encontraron su forma de sentirse orgullosos y de obtener prestigio a través de torneos (los famosos e-sports), y de incluso lucrar millones de dólares por este medio. 

Ser bueno jugando, o intentarlo sabiendo que la práctica realmente te mejora de formas mucho más visibles, aportan al autoestima de millones de personas a lo largo del mundo. Esto no solo fomenta a una comunidad gigante a aspirar a metas y ambiciones de las cuales pueden llegar a vivir (tal como lo hacen los deportistas), sino que hace un constante llamado a la autosuperación. 

Contras: 

1. Crean adicción:

Es verdad que los videojuegos, al producir sensaciones constantes de dopamina y hacer sentir bien al jugador, pueden llegar a generar adicción. Hoy en día esta industria produce más dinero que el cine, la música y los deportes combinados, lo que quiere decir que definitivamente el impacto que tiene en sus usuarios es mucho más efectivo. 

2. Disminuye las habilidades sociales: 

En los casos de personas adictas, es común ver indicadores claros sobre un mal desarrollo de habilidades sociales, algo que puede afectar a los niños y adolescentes de forma más preocupante. 

Los indicadores son, por lo general, que los usuarios prefieran quedarse en su casa jugando en lugar de salir a algún encuentro social, que le dediquen más de seis horas al día de forma constante, que no tengan otros pasatiempos que consideren importantes, soledad, ansiedad e incluso depresión. 

Claro que estos suelen ser la minoría de casos y no es algo que realmente sea común. 

3. Incrementa la agresividad de las personas:

Históricamente han existido varios sucesos lamentables, entre esos masacres en colegios o tiroteos, que han sido atribuidos a los videojuegos. 

Aunque la comunidad científica no ha encontrado ni descubierto una relación directa entre los videojuegos y la violencia, se puede llegar a conclusiones (sin fundamento) de que muchos actos agresivos son producto de personas que dedicaban mucho tiempo a jugar. 

En conclusión, los videojuegos se encuentran en una constante evolución, aunque cada vez se encuentren más factores positivos en torno a esta industria, no se puede dejar de lado que todo en exceso puede resultar negativo y muy dañino. 

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