¿Es momento de volver a las canchas? Cómo el COVID-19 cambió el fútbol ecuatoriano.

¿Es momento de volver a las canchas? Cómo el COVID-19 cambió el fútbol ecuatoriano.

Después de más de tres meses con los estadios silenciados, las gradas vacías y sin nada de fútbol, el COE Nacional ha anunciado que el 15 de agosto se reanudará la LigaPro en Ecuador respetando los protocolos de bioseguridad.

Existen opiniones divididas al respecto, mientras muchos aplauden y consideran que es un acto esperanzador reactivar el deporte, otros desconfían y argumentan que no es la mejor decisión.

La gran interrogante que se plantean todos es si ya es el momento de volver a las canchas o si deberían aguantar unos meses más. Con el contexto de un posible rebrote en las zonas que se encuentran en recuperación en el país, como Guayaquil, y el incremento en otras, como en Quito y Cuenca, son razones más que suficientes para cuestionar esta decisión de la LigaPro.

Sin embargo, la institución deportiva ha comunicado que se tomarán todas las precauciones necesarias, como hacer las pruebas respectivas a los jugadores de la primera y segunda división (para los 26 equipos que conforman la liga, se han realizado 1300 pruebas de las cuales 32 son positivos). 

En las ciudades que están experimentando etapas más críticas del virus como Quito y Cuenca, se revisará la situación y en el caso de que no se pueda volver a jugar en sus respectivas  localidades, les tocaría a los equipos desplazarse a otras sedes.

En cuanto a la modalidad y las reglas del juego, hay ciertos cambios fundamentales y que serán inevitablemente más notorios en las próximas fechas. 

En primer lugar, como ya se ha realizado en otros países, los partidos se llevarán a cabo con puertas cerradas, solo tendrán acceso los miembros del equipo, directivos y los técnicos indispensables, mientras que se incrementará el personal médico. 

También se habilitó la opción de aumentar el número de sustituciones por partido de 3 a 5 durante lo que queda de la temporada actual.

En las primeras fechas se priorizarán los partidos locales para evitar traslados en medio de la emergencia sanitaria. 

En el plan propuesto por la LigaPro y aprobado por el COE Nacional se contemplan varias etapas, entre las cuales se espera, dentro de unos meses, poder llegar a tener hasta 244 personas por estadio distribuidas en varias zonas. 

Pero más allá de los cambios técnicos o tangibles que veremos en los próximos meses y los procesos que se seguirán para hacer del fútbol un deporte seguro para quienes forman parte de este, pensemos en cómo nuestra percepción del balompié ha cambiado. 

La pandemia nos ha impactado de tal forma que podemos considerar que existen secuelas en la psiquis de los ecuatorianos que nos incitan a reordenar las prioridades.

En otras palabras, como el fútbol entra dentro de la categoría de entretenimiento, no es algo que en estos momentos la mayoría consideraría prioritario. Por eso existe un rechazo hacia la idea de volver a las canchas. Está en las manos de quienes dirigen los protocolos cumplir y devolver la confianza a los espectadores. 

Definitivamente el COVID-19 ha cambiado tantos aspectos de nuestras vidas que podemos entender de dónde viene el concepto de la nueva normalidad. Existe un plan, con diferentes etapas y que estipula con claridad los procedimientos que se tienen que seguir para reactivar el fútbol de forma segura. 

Pero también sabemos que de la teoría a la práctica existe un salto considerable, que muchas veces se puede ver limitado por el contexto que cada sector, en este caso cada ciudad del país, vive.

El resultado lo sabremos solamente cuando ya se haya ejecutado el proyecto, pero vale la pena recalcar que, como las características de todo buen deportista, debemos ser disciplinados, no dejar de apuntar hacia nuestra mejora individual y trabajar en equipo para poder ganar el partido contra el COVID-19.

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