¿Tu hijo pasa en el celular? Resuélvelo así
La tecnología se ha convertido en una de las herramientas más importantes de nuestras vidas, por no decir la más importante. Pero este rol protagónico quizás ha permitido que su presencia invada áreas de nuestro entorno que no esperábamos. El poder que los smartphones mantienen puede llegar a tener un efecto negativo en los más vulnerables de la casa: Los niños y adolescentes.
Muchos estudios científicos han comprobado algunos de los efectos que el uso excesivo de tecnología ha tenido en los más jóvenes: Un estudio de la Universidad de Michigan a sus estudiantes, comprueba que estos son 40% menos empáticos de lo que eran hace 40 años. Sin embargo, son 58% más narcisistas. Otros expertos ven esta tendencia en la subida de acoso escolar, y la enorme popularidad de la famosa selfie. Se argumenta que la razón de que la tecnología tenga este efecto yace en la falta de interacciones cara a cara, ya que los textos y emojis no son capaces de transmitir emociones efectivamente.
Otros factores que pueden agravar esta situación yacen en la cultura, que se ha convertido extremadamente competitiva y estresante, donde se adora a las celebridades y los bienes materiales, y se limita el juego físico.
Si tus niños presentan señales de adicción al celular esta guía es para ti.
El primer paso es saber identificar estas señales, que pueden incluir:
· Dificultad para socializar en persona
· Desorden en horarios de sueño
· Impaciencia, irritabilidad, inquietud al separarse de su smartphone
· Dificultad para concentrarse en la escuela
· Cambio constante entre dispositivos y aplicaciones (redes sociales, mensajería instantánea, videojuegos)
Una vez que hayas identificado si es que hay un problema que debe ser resuelto existen distintas medidas que podrán ser tomadas para ayudar a tus pequeños.
Una de ellas es impedir que se utilice un mismo dispositivo para todo. Aunque el celular permita realizar todo tipo de actividades, desde cámara, hasta reproductor de música, y libros electrónicos, es importante que los chicos no dependan de él completamente. Enséñales que hay todo un mundo de actividades afuera del teléfono inculcando hobbies como un instrumento, o la lectura de libros físicos.
La estructura es una buena manera de mantener los excesos al margen, por lo que puede llegar a ser muy beneficioso establecer períodos libres de teléfonos. Buenos ejemplos de esto son guardar los teléfonos durante las comidas en familia, la hora de hacer deberes y una hora antes de ir a dormir. Un tip que complementa esta estructura es desactivar las notificaciones, ya que estas pueden contribuir fuertemente al uso constante del teléfono.
Aunque la tecnología es una de las raíces de la problemática en cuestión, no se puede negar que es una herramienta útil, e, irónicamente, puede servir para combatir el mismo problema. Hoy en día, los principales sistemas operativos en celulares (Android, para Samsung, LG, Huawei, etc. Y iOS, para iPhone) ofrecen soluciones al tiempo excesivo en pantalla. En aplicaciones integradas como Bienestar Digital de Google o Tiempo en pantalla de Apple, podrás monitorear con facilidad el tiempo que los chicos están usando en sus teléfonos, así como las aplicaciones que utilizan durante ese tiempo. Estas aplicaciones también permiten imponer restricciones de tiempo, que protegen las aplicaciones con una clave elegida por los padres después de cumplirse el tiempo acordado.
Por último, el recurso final al que podemos acceder en casos extremos, es guardar el teléfono fuera de su alcance. Cabe recalcar que esto se reserva cuando ningún otro recurso ha funcionado. Es importante poner límites, pero también es importante que vengan acompañados con una explicación. Por eso es importante poner una advertencia previamente. Por ejemplo: “No podrás usar tu celular si se interpone en tus obligaciones escolares”
Es importante darles el respeto que se merecen, eso significa dar explicaciones acerca de las decisiones que tomamos como padres. Debemos dejar claro las pérdidas que una adicción como esta puede representar en sus vidas, desde su concentración y productividad, hasta sus habilidades sociales en el mundo real. Si logramos transmitir esto claramente es probable que los chicos contribuyan y se esfuercen más.
Cabe recalcar que aún con todos estos tips, la principal manera de inculcar buenos hábitos en aquellos que educamos se reduce a liderar con un buen ejemplo. Esto quiere decir que demostremos un manejo responsable de la tecnología desde temprano, para que ellos vean lo positivo que esto puede ser para nuestras vidas y relaciones.
Cuidar a nuestros chicos es la prioridad de todos aquellos que los tenemos a nuestro cuidado, por lo que consideramos importante crear más entradas que toquen este tema. Si te interesa ver más de esto suscríbete abajo, y cuéntanos en los comentarios cuál fue tu experiencia con esta situación.