Mi abuela cibernética

Mi abuela cibernética

No importa cuántas veces le diga a mi abuelita que yo soy ingeniera en sistemas, siempre termina confundiéndome con un técnico de celulares… Parece que siempre le pasa algo a su celular: si no es el WhatsApp, es el Facebook, si no es el Facebook, es la alarma, si no es la alarma, es que no le gusta la “cancioncita” que suena cuando la llaman, y si no es eso, ¡es cualquier otra cosa!

Obviamente la ayudo lo más que puedo, ¡la quiero un montón! Lo que pasa es que no siempre tengo el tiempo para hacerlo. Además, ella tiene un iPhone y yo utilizo Android, así que muchas veces no tengo idea de cómo manejar su celular.  Le intento explicar que no todos los celulares y sistemas operativos son iguales, pero es como si le hablara en chino.

Por ejemplo, la semana pasada le explique cómo cambiar su foto de perfil; elegimos una con sus amigas, celebrando su cumpleaños 86. Pero ayer, antes de entrar al cine, me empezó a llamar. Intenté no prestar atención, pero insistió con su llamadas. Por su edad, y preocupada por la insistencia, conteste saliendo de la sala de cine…¿Adivinen lo que me pidió?  Me contó que le tomó una foto divina a Panchito, su gato, y que ahora quería ponerla dentro del circulito, que es como ella se refiere a la foto de perfil. Quiero tanto a mi abuelita que en vez de ponerme furiosa empecé a reír e incluso le indiqué que estaba celosa de Panchito, porque al parecer es más importante que su querida nieta. Luego de eso le explique que estaba en medio de una película, y cerré.

Juan, mi novio, salió antes de vuelva a ingresar a la sala porque pensó que había ocurrido algo con ella. Le conté lo gracioso de la situación, luego al terminar la película y de regreso a casa me dio la solución para lidiar con mi abuelita cibernética. Me contó acerca de Solución 24/7 by GEA, un servicio al cuál puedo acceder con mi tarjeta de crédito, que cubren el servicio de solución técnica telefónica para celulares y que de seguro la podían ayudar.

Llamé antes porque necesitaba saber si tanta maravilla era cierta y creanme me sorprendí con todos los servicios que me contaron: descarga e instalación de aplicativos, instalación de correos electrónicos/chats, configuración de gestos de rápido acceso y personalización, recomendaciones de aplicativos óptimos, asesoría en respaldo de información, copia de seguridad, restauración de información en dispositivos, asistencia técnica en reparaciones y un montón de cosas más. ¡No saben mi felicidad!

Ella emocionada me consultó una y otra vez si estos “chicos” eran de confianza, preocupada por si le iban a pedir información (que ya a sus edad olvidaba) y principalmente si le iban a tener la paciencia que yo “humildemente” tengo con ella. Como es un servicio de Solución 24/7 by GEA, supe que todo estaría bien. Le dije que sí, y le indique que la llamaba dentro de un rato para saber como le había ido.

Luego de una hora la llame nuevamente y su celular sonaba ocupado. No fue hasta que la vi para cenar que me contó que el señor de la solución la ayudó con toditito, hasta con cosas que yo nunca pude resolver. Me dijo que hasta explicaba mejor que yo… Y encima, ¡por teléfono! Me sentí un poquito ofendida, pero a la vez sentí un alivio inmenso. Por fin mi abuelita tenía quién la ayude con todos sus problemas tecnológicos, y ella ahora sabe dónde debe llamar la próxima vez que quiera mostrar una foto nueva de Panchito.