Consejos que te ayudarán para el regreso a la oficina
Para estas alturas quizá ya eres de las personas que no solo se adaptó al teletrabajo, sino que es posible que te hayas acostumbrado a la seguridad que este aporta a tu salud y tu rutina se ha adaptado de una forma orgánica. Y por más de que ya hemos masterizado el arte de ser productivos desde nuestros cómodos hogares, el estado de excepción y el retorno a la oficina ya es una realidad para la que probablemente necesites prepararte.
Si bien, el hecho de que todo esté regresando a la normalidad es algo positivo, este retorno físico a los espacios de trabajo puede generar estrés y ansiedad en muchos, puesto que nuevamente nos toca abandonar nuestras zonas de confort para regresar a un mundo en el que ya no nos sentimos seguros del todo.
Si te encuentras viviendo algún tipo de malestar en torno a la noticia o al hecho de que pronto te tocará volver a la oficina en donde trabajas, lo importante es comprender de dónde viene ese sentimiento para poder analizarlo y encontrar tranquilidad para esta situación, que bien puede resultar compleja.
En primer lugar, lo recomendable es no anticiparse a los hechos. Por lo general, cuando nos adelantamos y pensamos de forma negativa en lo que se viene, la realidad termina siendo mucho menos complicada de lo que imaginamos.
Anticiparse puede convertirse en un desgaste que quizá te impida asimilar las cosas con cansancio y con poca claridad cuando de verdad te estén pasando.
Puede que sientas que estás recuperando una agenda laboral estresante o que pienses que cada día será como ir en modo supervivencia… y todo esto te está agotando.
¿Qué puedes hacer para cuando estos pensamientos negativos llegan a ti? Hacer una pausa y buscar algo que te ayude a desestresar, como ejercicio, tocar algún instrumento, etc. Si bien es complejo simplemente abandonar un hábito mental vicioso, como es anticiparse al peor escenario de todos, tienes que tener claro que lo peor solo ha pasado en tu mente. En realidad te encuentras bien y siempre vas a estar bien si tomas las medidas de bioseguridad necesarias y respetas los protocolos trabajados.
Para los desbalances emocionales que puedes llegar a sentir frente a estas noticias, queremos destacar que en internet existen varios vídeos sobre ejercicios de respiración y de salud mental que te puede ayudar durante este periodo de transición. Este vídeo, por ejemplo, te enseña de forma breve cómo respirar para manejar la ansiedad.
Cuando comiences a realizar este tipo de ejercicios, sentirás que podrás manejar mejor esos instantes de negatividad que tanto te angustian.
Otro consejo que te queremos dar, es que no te sobre-informes de lo que está pasando.
Dejemos claro que está bien que te informes sobre el contexto que se vive fuera de tu casa, como los protocolos y las leyes que rigen en tu ciudad, sin embargo sobre-informarse, que es consumir excesivas variedades de medios, puede resultar nocivo para tu salud mental.
Trata de consumir lo justo y necesario si de noticias se trata, recuerda que los medios tienden a inclinar la balanza hacia lo negativo y esto puede causar ansiedad. Mucho cuidado con las redes sociales y el internet, pues si bien son grandes herramientas, pueden jugar en contra de tu salud mental.
Algo que te ayudará, es empezar a retomar poco a poco los horarios que solías tener cuando ibas a tu lugar de trabajo antes del confinamiento. Es muy probable que tu rutina, tus hábitos, tu forma de vestir y tu manera de calcular los tiempos hayan cambiado durante el teletrabajo.
Si ya tienes fecha de retorno a tu oficina, proponte objetivos diarios y semanales hasta el día que te toque volver. De esta forma te vas acostumbrando de forma orgánica a aquellos cambios que podrían resultar más abruptos.
En estas metas empieza por lo más sencillo, como despertarte a la hora que solías hacerlo cuando trabajabas presencialmente, luego retomar la rutina de bañarse, vestirse y desayunar a tiempo… paso a paso irás haciéndolo mejor y te sentirás más preparado.
Un último punto que queremos compartirte es que consideres medidas de contingencia para cualquier emergencia de salud que se puede presentar, por ejemplo un servicio de asistencia médica de pago mensual puede ser clave en tu retorno a la oficina. Nos toca convivir con el virus, por lo que tener un as bajo la manga va a marcar la diferencia.
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