Procrastinar: Qué es y cómo dejar de hacerlo
Con tantas cosas para hacer en el día y, al mismo tiempo, con tantas distracciones…
¿Quién alguna vez no postergó una tarea o compromiso para después y acabó arrepintiéndose?
Mucha gente tiene ese hábito, principalmente adolescentes y jóvenes, y acaban resolviendo sus problemas a última hora.
En el mercado de trabajo, esa actitud es mal vista, además de ser improductiva.
No tener tiempo disponible y postergar una u otra tarea es normal. Pero cuando esa actitud se vuelve rutina, ella puede transformarse en un problema mucho mayor.
La falta de planificación y organización en el día a día pueden provocar crisis de ansiedad y afectar hasta tu salud.
¿Qué es procrastinar?
Procrastinar es postergar o dejar para después alguna tarea o compromiso.
El procrastinador evita realizar sus responsabilidades hasta el fin de los plazos y, por eso se siente culpable, más estresado y deja de ser productivo.
Tenemos esa actitud porque intentamos mejorar nuestro estado de ánimo, aunque sea momentáneamente, dejando de hacer algo que nos parece pesado o desagradable y sustituyéndolo por algo más fácil y divertido.
Por ejemplo, es mucho más rápido y agradable estar una hora frente a la computadora mirando vídeos graciosos que elaborando informes.
¿Cómo dejar de procrastinar?
Utiliza la Regla de los Dos Minutos.
La Regla de los Dos Minutos tiene su origen en GTD y dice que si estás planificando una acción que se puede hacer en menos de dos minutos, no la planifiques; hazla. Puedes extender ese tiempo a 5 ó 10 minutos. Si haces de esta regla un hábito, habrá una multitud de tareas que no vas a tener la oportunidad de posponer.
Da un pequeño primer paso.
Si temes a una tarea por el motivo que sea, plantéate trabajar solo 5 minutos y dejarlo. Cuando empiezas a trabajar el miedo se desvanece y coges inercia para continuar y terminar el trabajo. Al dar el primer paso veces esa resistencia y empiezas a ver de otra manera cosas que antes te parecían imposibles. Deja de pensar y hazlo.
Las rutinas ayudan.
Si conviertes la tareas repetitivas y aburridas en rutinas, terminarás haciéndolas sin apenas esfuerzo. Las rutinas son hábitos o costumbres que haces de forma casi inconsciente y simplifican tu vida.
Haz un seguimiento de tu tiempo.
Anota en algún sitio qué tareas realizas cada día y cuánto tiempo has dedicado a cada una. Al anotar tu tiempo creas un compromiso interno que te hace ser más responsable con respecto a cómo lo utilizas.
Aprende a decir no.
Apuesto a que muchas de las tareas que pospones son compromisos que te has buscado por no saber decir que no.
Divide el trabajo en tareas pequeñas y concretas.
Un proyecto grande y complejo puede resultar abrumador. Al dividirlo en pequeñas tareas consigues ver claro el camino y la resistencia a enfrentarte a él disminuye.
Establece una recompensa para cuando termines esa tarea que se resiste.
Motívate pensando en lo que harás después de hacerla—algo que realmente te apetezca, te relaje y no suponga ningún esfuerzo. Define tus propios incentivos..
Utiliza una lista de tareas corta.
Un lista larga puede arruinar tu sensación de control y convertirse en una fuente de estrés y frustración. Cuanto más corta sea tu lista de próximas acciones, más fácil te resultará estar focalizado en lo que de verdad tienes que hacer.
Evita las distracciones.
Cuantas más tentaciones tengas para hacer otra cosa en vez de lo que tienes que hacer, más fácil será procrastinar. Mantén el móvil, las notificaciones y el acceso a internet desconectados cuando te dispongas a afrontar tareas complicadas.
Definitivamente, dejar de procrastinar es un trabajo diario, pero siguiendo estos consejos estamos seguros que vas a dejar de hacerlo poco a poco. Déjanos saber en los comentarios cúal es tu estrategia favorita para dejar de procrastinar.