Un hueco en los dientes… y en el bolsillo
Ha de haber sido hace unos… ¿Qué será, 6 u 8 meses cuando sentí ese dolor por primera vez? No estaba segura si decirle dolor, porque ni eso era. Más bien era algo así como una molestia, y ni siquiera era constante. Iba y venía. Me molestaba un ratito, y a los 10 minutos de darme cuenta, ya no sentía nada. Qué le iba a prestar atención a algo así… Era preocuparme por tonterías, perder tiempo que definitivamente no tenía y SOBRE TODO, perder plata. Y en esa época no podía perder ni un sólo centavo; estaba en pleno modo de ahorro y planificación para por fin comprar la casa de mis sueños.
En fin, el dolor desapareció por un buen tiempo, así que obviamente pensé que se trataba de algo equis… Hasta que regresó, y con fuerzas. Estaba en una heladería con mi familia y me pedí un cono de mi helado favorito, el de menta. Me lo dieron enseguida, y casi al segundo de que lo llevé a mi boca, lo sentí: la molestia que sentía hace meses había evolucionado completamente a un dolor.
Mi hermano me vio así y me contó que él cuenta con soluciones dentales de Solución 24/7 by GEA, que le da beneficios para cualquier emergencia dental y tratamientos. Yo pensé, ahorita no tengo plata para esa cosas; sí me dolía más, pero de seguro ya se me iba a ir, como ya había pasado antes.
Llegó el día de ir a firmar la promesa de compraventa, y estaba emocionadísima. Me había imaginado este momento POR AÑOS, y estaba lista. Hasta llevé mi propia pluma; por fin iba a tener la casa de mis sueños. Fue justo en el momento después de firmar los papeles que el dolor que había sentido con anterioridad se volvió una pesadilla. Tuve la fé de que este dolor, como con anterioridad, se iba a ir en un par de días.
Me tomó varias horas tomar la decisión de levantar el teléfono y hacer una cita con el dentista.
Un chequeo, le dije a la recepcionista, tengo un dolorcito. Al llegar allá y ser atendida, mi pesadilla se volvió aún peor: para tratar este “dolorcito”, necesitaba un tratamiento de conducto urgente. Para pagar este tratamiento de conducto, tendría que utilizar todo el presupuesto de mi cuarto de estudio soñado.
Gastar la plata del estudio me dolió mucho más que el tratamiento y la recuperación, y eso que dolieron esta vida y la otra. Supongo que se tiene que aprender la lección de alguna forma: si sientes algún dolor en los dientes, ¡anda el dentista de inmediato! No importa si no tienes tiempo, plata o estás ahorrando. ¡Muy segura te digo que Solución 24/7 by GEA te cubre, es mejor estar protegido ante cualquier emergencia y adquirir una plan de soluciones con un bajo costo mensual! Y si algún día llego a olvidarme de esta experiencia, sé que no tengo de qué preocuparme… Cada vez que tengo que trabajar en la cocina en vez de en un cuarto de estudio perfectamente diseñado, siento el dolor en mis dientes otra vez.